El deseo de hacer música.
Luz Prado y Ricardo Tejero coincidieron brevemente en un encuentro de música improvisada con otros artistas. Apenas si fueron diez minutos lo que duró esa primera experiencia musical juntos. Pero eso es lo mágico de esta música: uno tropieza con quien comparte un hacer y no se necesita más que eso para volver a juntarse y tocar.
Por eso Luz y Ricardo, con dos bagages diferentes, experiencias distintas en su cantidad y cualidad, pueden volver a encontrarse y hacer simplemente eso: música, hecha improvisada, simplemente porque lo desean.
La apuesta de unirse a dúo por primera, sin preparación previa, siempre conlleva riesgo. Y esa es también la magia, convertir ese riesgo en música.
No hay comentarios:
Publicar un comentario